El hospital civil de La Paz Baja California Sur, "Juan María de Salvatierra", institución benemérita sin lugar a duda alguna, vio la luz desde el año de 1894 a instancias del entonces gobernador del territorio, General Topete. Esta noble institución que, en diversas épocas de su historia, a ocupado también diferentes sedes, inicia actividades en el edificio original localizado sobre la calle Francisco I. Madero entre Juan Ma. De Salvatierra y Manuel Torre Iglesias, ahí permanece hasta más allá de mediados del siglo XX(1). El edificio original sería ocupado luego por la entonces enfermería militar de la 3° Zona Militar y actualmente ocupa el sitio la Casa de la Cultura del municipio de La Paz..

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EDIFICIO ORIGINAL O DEL PRIMER BENEMÉRITO HOSPITAL JUAN Ma DE SALVATIERRA,
A PRINCIPIOS DEL SIGLO XX, ESTE INMUEBLE FUE CONSTRUIDO EN 1894 POR EL
ENTONCES GOBERNADOR DEL DISTRITO SUR DE LA BAJA CALIFORNIA,
GENERAL BONIFACIO TOPETE.

Posteriormente, la sede del hospital se cambia a las calles Virginia Peralta y calle del Álamo en la colonia Burocrática, hoy ese edificio lo ocupa un centro de "Radaptación Social para Menores Infractores" (para que me entienda, carcel para menores). Finalmente, pocos años después, su centro de operaciones se muda a un nuevo y moderno, para la época, edificio en las calles de Lic. Primo Verdad y Nicolás Bravo, en este sitio existía antes un pequeño hospital dedicado a atender a enfermos de tuberculosis, enfermedad que era muy común en estas latitudes, a este pequeño hospital le llamaban, por obvias razones "Hospital Antituberculosis", enlazado a esto existía además un edificio llamado “El Preventorio”, localizado sobre la calle 5 de mayo esquina con Ignacio Ramírez, fundado por el siempre apreciado y muy querido, por la sociedad sudcaliforniana, Dr. Francisco "Lico" Cardoza Carballo (Q.E.P.D.), estas instalaciones eran para albergar y dar cuidados preventivos a los hijos de infectados por esa enfermedad. Desde que el hospital Salvatierra se cambia a su nueva sede ha sufrido múltiples adecuaciones y adaptaciones para poder hacer frente a la demanda creciente de la población de La Paz y del resto del estado de Baja California Sur, es menester señalar que este hospital civil es uno de los más completos del estado, si no es el que más, por desgracia, vicios “muy mexicanos” se han anidado y hecho presa de su estructura operativa que le impiden tener un servicio de primera pero, “hay va, hay va”.

HOY EL EDIFICIO DEL PRIMER HOSPITAL JUAN Ma DE SALVATIERRA ES OCUPADO
POR LA CASA DE LA CULTURA DEL MUNICIPIO DE LA PAZ.

Hoy la población del estado y la de la propia capital está de manteles largos porque el Hospital Juan María de Salvatierra de nuevo ha dado un salto hacía la modernidad, con el uso de nuestros impuestos, que representan un esfuerzo de todos los ciudadanos sudcalifornianos y una buena aportación de los ciudadanos de todo México, vía el gobierno federal y el gobierno de Baja California Sur, se ha construido y equipado un nuevo edificio para dar lugar a una nueva época en la medicina de la región. Con equipo medico de lo más moderno, lo cual hemos podido constatar, el nuevo establecimiento podrá ofrecer a la población una atención de primer nivel y, hago votos, porque así como cuenta ya con equipamiento de altísima ingeniería médica, se le pueda dotar con personal altamente calificado y de gran sentido de responsabilidad y ética (SI, ¡DIJE BIEN: ÉTICA¡, espero, como decía Don Felipe E. H.(1) ( que E.P.D. ): "...que estos 'Puchas, Chuniques y Carmelones' entiendan..."), personal que desde el más modesto empleado de intendencia hasta el más alto nivel, deberá tener ese sentido de conservación, conocimientos y uso adecuado y responsable de la instalación, ojala que en poco tiempo no nos estemos lamentando de aspectos de abandono, suciedad y desaseo, ordinariez, descuido e ineficiencia de lo físico y del servicio, del escaso o nulo aprovechamiento de equipos e instalaciones por no poder superar caprichos mezquinos de sindicato, directivos y cuerpos médicos, ojala estos “entes” entiendan que es un esfuerzo de todos los ciudadanos que, con los impuestos que el pueblo responsable paga, se ha hecho realidad y que no tienen derecho alguno de usarlo como botín para solventar caprichos y ambiciones personales o gremiales. Según dichos, y algo que no quiero creer pero me asaltal la duda, como digo, "...sin querer creerlo y sin dejar de hacerlo...", por el alto grado de primitivismo que nos aqueja, el mito estriba en relación a que, en los hospitales actuales de la localidad ha habido médicos poco escrupulosos que “descuidadamente” dejan caer un clip por acá y una grapa por allá, o que de alguna forma hacen algo, para que algunos equipos dejen de funcionar o se descompongan “misteriosamente” y así, en forma privada o subrogada poder darle uso a sus equipos propios cobrando muy bien por eso, esperando que eso sólo sea una mala apreciación de quienes así lo manifiestan o, así como existen los mitos ciudadanos, este sea un "mito hospitalario". Con esta obra podemos decir que, en el aspecto constructivo, México ha evolucionado satisfactoriamente pero, en el aspecto operativo y de mantenimiento, aún nos falta un buen camino por recorrer para observar resultados como los que se tienen en lo constructivo.

Los aparatos médicos, el equipo auxiliar, las áreas de servicio y todos los rincones del nuevo edificio presentan alto grado de modernidad notándose que el esfuerzo realizado rindió los frutos deseados, sólo habrá que esperar que se puedan contar con los recursos y apoyos suficientes para su operación y se encuentre la formula adecuada para que los mismos usuarios cooperen, en la medida de las posibilidades económicas de cada demandante del servicio, con el sostenimiento económico de esa estructura hospitalaria, que se acaben las “tarjetitas” firmadas por los "altos prelados gubernamentales en turno” para que a gente “influyente”, y lamentablemente "pudiente", no le cobren el servicio, por desgracia muertos de hambre no faltaran. Mexicano, es la hora de que pagues por los servicios que recibes, déjate de posiciones falsas de que tus impuestos pagan esos servicios, tus impuestos apenas alcanzan para mantener la burocracia que tenemos, que en una buena medida, es abusiva y vividora, medio mal pavimentar y alumbrar una que otra calle y alguna “oluda” carretera y de vez en cuando una buena y adecuada obra como la que en este espacio mencionamos.

Felicidades sudcalifornianos, tendrán un hospital cuyo servicio vale la pena pagar, así, con lo que paguen los que tienen se podrá tener una buena ayuda para auspiciar y pagar el servicio del que realmente no tiene como hacerlo, esa debe ser la receta correcta y no politiquería barata oficial y sindical. También felicitar al gobierno de Baja California Sur por la obra, estas acciones son dignas de aplaudirse y olvidarse de posiciones mezquinas, así también al gobierno federal por su determinante e indispensable apoyo, reconociendo que, en este caso, nuestros impuestos fueron bien aplicados.

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(1).-Don Felipe Estrada H.( que E.P.D.), era un viejo compañero de trabajo que, aunque poco estudiado pero con una gran preparación autodidacta, tenía un gran conocimiento del comportamiento humano, usaba esa frase para referirse a la esencia de las personas cuando, desde su muy particualr punto de vista, nuestros coterráneos, no cumplían y lo decepcionaban con su actuación, iniciaba la frase con "...ayyayay estos....puch...".

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