Baja California Sur “La California Original” es una tierra que cuenta, como muchos otros sitios del México continental, con antiguos panteones, tal vez no tan antiguos como en el continente por lo tardío de la conquista de este agresivo territorio, sin embargo, en ellos aún pueden ser encontradas significativas muestras de la arquitectura usada en la tumbas como un digno culto al pariente muerto. Florecen de forma más llamativa a fines del siglo XIX y principios del XX para luego decaer a formas más convencionales y prosaicas. Atractivas formas y diversidad de materiales fueron usados para elevar esos monumentos como una manera de enaltecer al ser querido ya en pos de derroteros más etéreos que los que este mundo puede ofrecernos. Una vez más también, al igual que pasa con otras muchas cosas representativas de nuestras raíces, debo decir que poco a poco están, de la misma forma que su contenido, convirtiéndose en polvo, una vez más debemos decir que nuestro medio oficial poco culto y preparado en esa vertiente de la conservación y muchas veces carente de identidad histórica con la región por no tener raíces en el territorio no es proclive a la adopción de esas tareas de preservación, no tiene ningún objeto preservar lo que para ellos es extraño y desconocido y menos de esos restos que los consideran ajenos al devenir oficialista y cuantimás si ni siquiera antepasados suyos fueron, sin embargo, lo quieran o no son parte de la historia de la región, pudiéramos incluso decir que muchos de esos monumentos debieran, por su antigüedad, pasar a formar parte patrimonial del acervo histórico de cada municipio y olvidarnos de que sea, su conservación, un asunto de los descendientes de los ilustres difuntos, en caso de que aún los hubiera, sin olvidar que eso de la recuperación y restauración es un asunto de profesionales o al menos de medio enterados del tema. Otra amenaza, además del tiempo que resulta implacable si no se previene su acción, es el constante y evidente saqueo de la osamenta por gente en verdad que no puede denominarse de otra forma más que de simple y llanamente estúpidos e irreverentes como así lo son también los saqueadores, por antonomasia, de la estirpe gringa que son amantes de cargar con antiguas cruces de estas tumbas.

Hermosas lápidas y nombres de antiguos personajes otrora de reconocido prestigio pueden ser encontrados en estos aislados parajes a lo largo y ancho del estado, sobre tordo donde se asentaron antiguas poblaciones hoy también en la total ruina. Lo que ayer fue grande hoy ya no representa importancia alguna, pocos se ocupan de esos antiguos panteones y de sus tumbas, esto es, los que hoy somos mañana ya no y terminaremos, finalmente hechos polvo y barridos por los vientos del olvido eterno. Historias y dramas de tremendo impacto pueden deducirse al leer lo escrito en las lápidas, mortandad de menores ocurridas en un leve período de tiempo sinónimo de fatales epidemias, se vislumbra también que una buena cantidad de gente gozó de cabal salud al detectarse en esas tumbas una alusión a las vidas longevas de los antiguos pobladores lo que indica y es una clara manifestación a la negación rotunda de que la manteca de cerdo, la carne, el café y las tortillas de harina son fatales para la salud.

Y como recién en días pasados fue día de los “Santos Difuntos” sirva este reporte como un homenaje a ellos, aunque algunos no hayan sido tan “Santos”, espero que les resulten interesantes las vistas de algunas antiguas tumbas y algunas lápidas, unas muy sencillas y humildes y otras más elaboradas, paseando, aunque sea por medio de las fotografías que aquí encontraran, por algunos panteones que también son acervo cultural de Baja California Sur “La California Original” que padecen como muchas otras cosas el abandono de la indolente oficialidad.