"La California Original"

Las Almejas Tatemadas Loretanas
Manjar ancestral, tradición que perdura hasta nuestros días.

La acción de tatemar los alimentos no es cosa nueva en California, ya el indígena californio acostumbraba a encender grandes fogatas para “tatemar” algunos de los alimentos que bien podían ser producto de su cacería o producto de su colecta en el campo. Unas de las cosas que frecuentemente tatemaban para alimentarse era el mezcal cimarrón lo cual hacían en el mismo sitio donde esta planta era frecuente, sobre todo en los lomeríos del sur peninsular. Caminando un día con mi padre buscando un rebaño de borregos alzados encontramos un sitio con tierra que de alguna forma tenía apariencia de que algo se había quemado ahí, era de más o menos unos 4 metros de diámetro y se localizaba arriba de una loma baja, “... esto era donde los indios tatemaban los mezcales para comerlos...” me dijo mi padre como respondiendo a una pregunta no realizada de parte mía pero que seguro intuyó me la estaba haciendo para mis adentros, esa fue la primera vez que tuve noticia de forma directa de una evidencia que indicaba una costumbre alimenticia del californio indígena. En otros lugares cercanos a las playas se encuentran también indicios o restos de que tatemar lo extraído del mar, sobre todo moluscos, era también algo que acostumbraban. En ciertas zonas de la bahía de La Paz pueden aún encontrarse este tipo de manifestaciones, sobre todo en aquellos cercanos a lagunas costeras de poco fondo como la de Los Aripes donde solían, porque ya no tanto, abundar algunas especies de almejas, las conchas quemadas y la tierra calcinada es la muestra de esa ancestral práctica.

Almeja tatemada al estilo loretano, para muchos un manjar que haran regresar
al visitante de nuevo a Loreto para volver a comerlas y degustarlas.

"►ODA A LA ALMEJA TATEMADA◄"
Oscar "Tuto" Feerman Davis
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Hoy en día la tradición perdura pero con elementos y formas modernas de tal suerte que, las almejas tatemadas, resultan ser uno de los platillos tradicionales de la población californiana de Loreto. Casualmente es Loreto el primero de los asentamientos de la era moderna en la península y resulta entonces el primero sobre la tierra americana colindante con el Océano Pacífico desde Cabo San Lucas hacía el norte y es aquí donde sus habitantes desde época remota retoman la tradición de tatemar las almejas y la desarrollaron hasta la forma muy similar a como se hace ahora. Existe en el pueblo uno de los más antiguos hoteles del sur de la península de Baja California, el Hotel Oasis de Loreto cuyos propietarios y muy particularmente quien maneja el hotel, Ana Gloria Besinger Davis, ofrece este manjar y es quien desde hace tiempo y haciendo un aporte para que la tradición no decaiga y, desde luego, para atraer clientes al bar de su hotel de tal manera que, sábado a sábado, se preparan ahí las famosas almejas tatemadas del Hotel Oasis.

Ana Gloria con una turista llegada de lejanas tierras únicamente para probar
las tradicionales almejas tatemadas loretanas.

La especie de almeja que en el platillo se utilizan es la llamada almeja chocolata, nombre que adopta por el color café de su concha, esta almeja es muy común en el golfo de California o Mar de Cortés. Si alguno de ustedes desean probar este manjar loretano, la cosa es simple, sólo requieren llegar hasta el malecón del pueblo y dirigirse por él hacía el sur para así llegar al bar Coronado del hotel, justo donde el malecón topa, esto debe hacerlo un día sábados luego de las 6:00 pm o bien, puede ser cualquier día si son ordenadas con tiempo y con cierta cantidad como mínimo. Según Ana Gloria estas formas fueron aprendidas por ella de sus abuelos que a la vez lo hicieron de sus bisabuelos que ya la practicaban en tertulias familiares playeras nocturnas que de cuando en cuando hacían las que, normalmente eran reuniones invernales con luna llena, para esto buscaban un sitio en la playa donde hubiera graba, en la graba colocaban las almejas muy juntas medio enterradas boca abajo para evitar que se abrieran y que entrara ceniza en ellas, colocaban sobre la cama de almejas rama seca de romerillo a la cual se le prendía fuego. En esos tiempos, ya idos, acompañaban el plato a base de almejas tatemadas con tortillas de harina californianas, las mejores del mundo, y una salsa que para tal caso preparaban, ella retoma la forma familiar y la adapta mejorándola significativamente para ofrecerla hoy al público. Dice la leyenda loretana que le advierte a los visitantes varones: “...tengan cuidado de no comer almejas tatemadas de las manos de una mujer loretana porque lo más seguro es que ya no se vayan o al menos tienen el regreso garantizado...”.