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Bien entrado el siglo XX, en La Paz se dio un hecho de democracia pura en la designación, por votación ciudadana, del delegado municipal de la ciudad. Competían para el cargo Don Gastón Vives y Gilito Arriola. De oficio empresario y de elevado nivel social el primero y ranchero y ganadero de la región el segundo. El cómputo final de la citada ejemplar elección popular se efectúo en la plaza pública paceña “Jardín Velazco”. Luego de agotada la acción del voto se procedió al recuento siendo el vocero y rector del escrutinio el conocido ciudadano Ricardo “El Gordo” Flores. Una vez contados los votos “El Gordo” Flores comunica a los asistentes que la votación favorecía al ciudadano Gilito Arriola por una cierta cantidad de votos. Tanto Don Gastón, pulcramente vestido con pantalones y camisa color blanco, como Gilito, también elegantemente vestido y con su característico sombrero de ranchero, permanecían atentos al evento y a la dirección que del acto hacia “El Gordo” Flores. Éste, una vez que se conoció el resultado se dirigió a Gilito y a la concurrencia expresando: "…entonces, de acuerdo al resultado de la votación le ruego al Sr. Gilito Arriola que pase al frente y se digne protestar al cargo de delegado de la ciudad…", a lo que Gilito tras un leve lapsus pensante se levanta y expresa con fuerte y decidida voz: "¿Y yo por qué? ¡Que proteste Gastoncito que es el que perdió!"......(Relato escuchado a Alfonso Virgen Lucero, sobrino nieto de Gastón). |
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