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La veneración al obispo San Blas, una tradición que sigue viva. |
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A escasos 40 kmt de la ciudad de La Paz, por la carretera que va al sur por el lado del golfo, se encuentra la iglesia de San Blas, solitario edificio ubicado entre el arroyo y la sierra del Salto sin embargo, no muy lejos de el se asientan innumerables ranchos cuyos habitantes semanalmente rinden culto en ese templo católico. El 3 de febrero de 1771 el Rey Carlos III de España emite el documento de posesión o propiedad de un sitio de ganado mayor para la región de lo que hoy es San Blas, el “alumbramiento” de dicho título o “merced real” se efectuó el día del santo obispo Blas que es precisamente el 3 de febrero. –San Blas o Blasius, fue médico y obispo de Sebaste, Armenia. Su historia narra que en una cueva del Monte Argeus hizo vida eremítica. Conocido por su don de curaciones milagrosas; en una ocasión salva la vida de un niño que se ahogaba por atorársele una espina de pescado en la garganta, de este hecho es donde inicia la costumbre de bendecir la garganta el día de su celebración–. Debido a que la propiedad se otorga el 3 de febrero se decide ofrecerla o encomendarla a San Blas esto es, se puede decir que el culto local al santo data de esa fecha. Al parecer originalmente se rendía culto en una precaria ermita o remedo de capilla en el sitio donde hoy está la iglesia. Relata el prof. Raúl, que cuando la fiebre del oro en la Alta California, alrededor del año de 1850, Antonio Lucero vecino del lugar decide probar suerte y en compañía de un cuñado y seguramente otros personajes de la zona parten en busca del preciado metal. Antes de partir Antonio se encomienda al santo y le promete que “si le va bien en la búsqueda de oro en la Alta California le erigirá un edificio –iglesia– en forma adecuada para su culto ”. A su regreso, en 1860, Antonio construye el templo que hoy, con algunas modificaciones o arreglos por causas diversas, conocemos. Seguramente esa acción era el síntoma inequívoco de que a Antonio le fue muy bien en la búsqueda del metal precioso. Originalmente el edificio tenía techo plano de argamasa, posteriormente, y probablemente en tiempos de las explotaciones mineras de El Triunfo y San Antonio se cambió a techo de varias aguas y con cubierta de tejamanil luego, a principios del siglo XX se puso techo de palma, posteriormente se utilizó techo de lamina de cinc y ahora se usa lamina galvanizada, esto último a raíz de ciertos daños producidos por un huracán en la segunda mitad de la década de los 90s del siglo XX. Los restos mortales de Antonio, el constructor del templo en el cual se rinde hoy culto al santo así como de una sobrina, descansan en dos precarias sepulturas en la parte trasera del la iglesia.
El culto a este, según cuentan los vecinos del lugar, milagroso santo ha venido evolucionando a lo largo del tiempo hasta lo que hoy conocemos con su tradicional procesión y la retoma de las cabalgatas de parte de habitantes de la comunidad y de algunos distantes lugares. Lo que llama actualmente la atención es ver a los ganaderos y ranchero realizar la cabalgata muchos vestidos aún a la usanza tradicional del vaquero sudcaliforniano, ya que cada vez es mas raro encontrarlos vestidos de esa forma. Coincidimos con el profesor Raúl en el sentido de que las cabalgatas originales se daban en función de que anteriormente la casi única forma de llegar al sitio de la festividad era en caballo. Comenta Don Raúl que se veían hombres y mujeres a caballo en numerosos grupos, 20 ó 30 jinetes apareciendo desde todos los rumbos. A raíz del uso masivo del automóvil los caballos para llegar al sitio se hicieron menos frecuentes sin dejar nunca de usarse sin embargo, de algunos años a la fecha, las cabalgatas se han reiniciado de una forma mas organizada y como parte activa del culto, efectuando un recorrido preestablecido partiendo de algún rancho y poco a poco durante el camino se van sumando a ella los vaqueros de la región. El siguiente documental fotográfico corresponde a las fiestas del día 3 de febrero del presente año (2009). En este material puede observarse a los jinetes y los pobladores de la región, así como de lugares mas remotos, que vienen a rendir culto a San Blas obispo de Sebaste.
Las imágenes que se muestran son alusivas al sitio de la iglesia de San Blas, a la festividad y a la cabalgata que con motivo de los festejos se lleva a cabo año con año.
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